2. Why Me?

Era aquel chico, el que no le había quitado ojo desde que entró.
-Hola, preciosa.-dijo él.-¿A dónde vas?
-No me llames preciosa...-se quedó callada unos segundos.-Me voy ya, pero tampoco creo que te deba importar mucho.
Cassie continuó andando, pero el chico le cogió del brazo.
-Harry.
-Cassie.
-Encantado. ¿No te puedes quedar un rato más?
-Por poder, puedo. Otra cosa es que no quiera.
-¿He hecho algo malo?
-No, simplemente hoy no ha sido un buen día y, no te lo tomes a mal, pero eres un desconocido y...
-Pues podemos hablar para dejar de ser desconocidos, ¿no?
-...
-Bueno, te espero fuera que no me gustan las discotecas.
Harry salió del local y Cassie se encontró con Niall, al que le contó en apenas unos minutos cómo acababa de conocer a ese chico misterioso:
-Voy a hablar con él, dile a Maggie que cuando quiera irse que me llame.
-¿Estás segura de querer hablar con un desconocido?
-Sí, no pierdo nada.
-Si necesitas ayuda...
-Te llamo.
-No me fío de él...
-Lo sé.
Cassie se fue fuera y vio a Harry sentado en un banco fumándose un cigarrillo.
-Pensaba que no vendrías.
-Pues he venido.
Harry le dio una última calada y tiró su cigarrillo al suelo.
Después de un pequeño silencio, Cassie preguntó:
-¿Por qué yo?
-¿Cómo dices?
-Sí, ¿por qué yo? ¿Por qué si no me conoces has decidido hablar conmigo?
-No lo sé...
-P-Pero...¿Cómo que no lo sabes?-Cassie se estaba poniendo nerviosa. Él la ponía nerviosa.
-No sé. Simplemente no lo sé.
-¿Y qué hacías en la discoteca si me has dicho que no te gustaban?
-¿Es esto un interrogatorio?
-Si quieres que dejemos de ser desconocidos, sí.
-Pues me habían invitado unos amigos pero al final cada uno se ha ido por su cuenta.
-Ah...
-Supongo que no te importará mucho.
-Sí que me importa, sino no preguntaría.
-Para conocerme mejor deberías de haber empezado por preguntar por las cosas básicas, digo yo...
Cassie se calló unos segundos. Tenía razón, no sabía ni su edad ni su número, ni donde vivía...
-Sí, cierto. ¿Qué edad tienes?
-Diecinueve años. ¿Y tú?
-Dieciocho.
-¿Y cuál es tu color favorito?-Esta vez lo preguntó él.
-¿En serio?
-Sí.-Él respondió seguro de sí mismo y mirándola fijamente, esperando una respuesta.
Se comenzaba a perder en sus ojos, pero gracias a él no lo hizo.
-¿Y bien...?
-El rojo. ¿Y el tu...-dijo Cassie.
-El naranja.-interrumpió él.-¿Me darías tu número?
-Sí, supongo que sí.
Harry apuntó el número de Cassie y viceversa.
-¿Puedo continuar con
mi interrogatorio?
-A veces eres un poco irritante.
-¿Qué?-Cassie se quedó alucinada.
-Sí, a veces preguntas demasiado.
-Voy a hacer como que no lo he escuchado.
-No podrás.
-¿Dónde están tus amigos?
-¿Y los tuyos?
-Eh, yo he preguntado antes.
-Por ahí liándose con alguien y bebiendo, supongo. A lo mejor yo debería de estar haciendo lo mismo.
-Pues mis amigos más de lo mismo.
-¿Y por qué no hacías nada?
-¿Qué?
-Te dedicabas a beber algo y mirar al horizonte.
-Ah...Yo...Bah, nada importante.
-Es mi interrogatorio. Mi turno de recibir respuestas.
-...
Harry la volvió a mirar de ese modo. No se podía resistir.
-Emm... Pues yo... he cortado con mi novio y...
-Le querías.
-Eh...Sí... Pero es mejor cambiar de tema.
-Puede ser.
*bip bip*
-Lo siento, Harry. Me tengo que ir, mi amiga me está esperando.
-Bueno, pues hasta luego.
-Adiós.
Cassie le sonrió y él le devolvió esa preciosa sonrisa que hacía que se le marcaran los hoyuelos. Cassie se fue a reunirse con su amiga en la entrada de la discoteca. Desde allí comenzaron a andar de vuelta a casa.
-¿Dónde estabas? Vaya, pareces feliz.-dijo Maggie sonriendo.
-He conocido a un chico.
-¿Al de rizos?
-¿Cómo lo sabes?
-Intuición.
-Pues sí...
-¡Vaya! Quién lo iba a decir...
-¡Eh, que no me gusta!
-Ya...-dijo Maggie sin creerse una palabra de su amiga.
-¿Y tú con Louis?
-Ah, eso...-contestó sonriendo.
-Con que es oficial, ¿no?
-Puede.
-Vamos, que sí.
Maggie sonrió.
-Cuenta, cuenta.

Ya habían llegado a casa y se prepararon para dormir, pero había una historia pendiente por contar.