Por la noche, las chicas quedaron en prepararse juntas, vistiéndose con dos vestidos que se compraron esa misma tarde.
Cassie lucía un vestido negro de hombros caídos que le llegaba hasta las rodillas ajustándose sobre su delgada figura. Para complementarlo, llevaba unos tacones del mismo color.
Por otra parte, su amiga había optado por uno rojo palabra de honor que también le llegaba a la altura de las rodillas. Lo complementó con unos tacones también negros.
Maggie peinó y maquilló a Cassie:
-Estás perfecta, muy natural.
-Qué dices, si eso estoy pasable gracias a tu trabajo.
-Bobadas.
Cassie encogió los hombros mostrando no querer seguir con la conversación.
Cuando terminaron, llegaron los demás chicos y se dirigieron a la fiesta.
-¿Por qué no han venido Harry y Liam?
-Verás, Cass. Son unos tardones, por eso hemos decidido ir con vosotros y reunirnos con ellos en la fiesta.-explicó Niall.
Cuando llegaron, había bastante ambiente. Un fuerte olor a alcohol y tabaco invadió a Cassie, obligándola a toser.
De repente, vio unos rizos morenos al otro lado de la sala:
-¡Eh, chicos! Creo que les he encontrado.-Cassie tuvo que gritar.
-¡Te seguimos!-respondió Louis.
Cassie se dirigió hacia el muchacho de rizos, y pudo ver cómo este también se dirigía a ella.
Al encontrarse, no parecía muy contento. Aún así, éste forzó una sonrisa:
-Por algo te llamo preciosa.
-Por algo me sigue sin gustar.
Liam apareció detrás de él.
-Parejita, que también existimos los demás, ¿eh?
Harry le fulminó con la mirada y Liam respondió con una sonora carcajada.
A la una, Cassie ya no lograba encontrar a ninguno de sus amigos, ni siquiera encontraba a Harry después de haber pasado un tiempo con su mejor amiga.
Así que la morena decidió subir las escaleras y encerrarse un rato sola, necesitaba un tiempo para ella ya que al no encontrar a sus amigos se sentía agobiada y sola.
Además, no había visto a Josh en toda la noche, se preguntaba dónde podía estar mientras subía.
Cuando quiso entrar al baño, estaba ocupado, por eso decidió meterse en una de las habitaciones de esa misma planta.
Entonces...lo vio.
Cassie, horrorizada y humillada, retrocedió unos cuantos pasos.
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